domingo, 14 de octubre de 2012

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tenga vida eterna. porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él" (Juan 3,13-17).

VED LA CRUZ DE SALVACIÓN DONDE DIOS NOS DIO LA VIDA;
PRECIO DE LA REDENCIÓN DE LA HUMANIDAD CAIDA.
CRUZ DE CRISTO VENCEDOR,
TE ADORAMOS.
SÁLVANOS.

¡Qué amor más grande el del Padre al entregarnos a su Hijo para que tengamos vida eterna!. Jesús acepta aquellas muestras del pueblo cuando va sentado en un pollino sabe muy bien que aquel triunfo está engendrando la pasión que se avecina.... Pero es precioso que se cumpla en todo la voluntad del Padre.

Señor, conozco mi superficialidad por eso vengo a ti para que me transformes y me hagas entender que tu glorificación y la nuestra está en la CRUZ. Mirar la CRUZ, en ella está la SALVACIÓN, VIDA Y RESURRECCIÓN.

Es una bendición la cruz, mirarla, adorarla, porque es dios quién está en ella, besarla con amor, llevarla con paciencia, alegría, llena de paz como la lleva MARÍA. Junto a la Cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás y María la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Y luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Juan  19, 25-27.

"No se turbe vuestro corazón..." No nos deja huérfanos, nos da a su madre como regalo en la última hora. Esa madre que nota el último suspiro de su hijo, ve que su paso por la tierra va a terminar y tú puedes contemplar lleno de amor, estos momentos; no podemos olvidar nunca para que dejen en tu persona una huella a la que puedas recurrir con frecuencia.

Gracias Señor, porque tu madre, la madre de Dios es mi madre. Enséñame a vivir como Tú la entrega incondicional a la voluntad del Padre, aunque sea al pie de la CRUZ.

La pequeña cruz de los roces en la convivencia, para poder llevar grandes problemas, tenemos que estar junto a los que sufren, para que consigamos la gracia de la salvación.

Cristiano es sinónimo de CRISTO, esto me obliga a fijar los ojos en el crucifijo a seguir a diario al Señor por el camino de la Cruz, a morir cada día con Él. La cruz es un faro, una luz que ilumina nuestra vida, no hay otro camino que la Santa Cruz. " Si alguno queréis venir en pos de Mí, ser mi discípulo,que tome a diario su cruz y después que me siga" decía Jesús.

La cruz de Jesús no tiene adornos, era dolor, pero estando en el monte calvario, extendidas sus manos, como abrazando a la creación entera, se dirige a su Padre diciendo: "Dios mío, Dios mío, porqué me has abandonado?" Este grito será nuestro consuelo, cuando te encuentres en soledad o angustia, acudamos a la oración recitando el salmo 21, te ayudarán en los momentos de soledad, que nunca se podrán comparar con los que sintió Jesús en la cruz.

El signo principal de nuestra fé es el crucifijo, fuerza de salvación mirar la cruz para ser curados, los que la miraban quedaban sanos. Números 21, 6-9.

La acción curativa y salvadora de Dios se liga a la fe del pueblo de Israel.

Miremos la cruz con unos ojos nuevos, llenos de fe porque es nuestra salvación.

No puedo tener otra contestación, donar mi persona en el amor de Dios, que se entrega por mí.

¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
jamás el bosque dio semejante tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol! 
donde la vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza.
Y así dijo el Señor: ¡Vuelve la Vida
y que el amor redima la condena!
La gracia está en el fondo d ela pena, 
y la salud naciendo de la herida.

Por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia ha sido un derroche para con nosotros. Que se postre ante Ti la tierra entera. Amén, amén.

Elisa.